Delegación Presidencial Regional del
“Estoy viendo las obras del puente Chinchintáhue, allá en Alto Bío Bío, me acuerdo perfectamente cuando cruzamos en un carrito con malas condiciones de seguridad y que era un viaje que tenían que hacer casi prácticamente todos los días en un terreno que no estaba apto después de las grandes lluvias que habíamos tenido. En ese momento, me acuerdo que le prometí a la comunidad que lo íbamos a reconstruir y después de haber apretado harto, de haber hablado con harta gente, efectivamente veo que se ha logrado. No se imaginan la alegría que me da, de que la política, que es a lo que nos dedicamos, cumpla con las comunidades que más lo necesitan, con las comunidades más aisladas”. Con este mensaje de audio enviado desde la India, el Presidente Gabriel Boric saludó a la comunidad de Caiñicu que celebró, luego de dos décadas de espera, la inauguración del Puente Chichintawe, en Alto Biobío. La ceremonia de inauguración contó con la presencia del Delegado Presidencial Regional, Eduardo Pacheco; el encargado nacional del Plan Buen Vivir, Francisco Arellano; el director nacional de Obras Públicas, Boris Olguín y diversas autoridades locales y regionales, marcando un hito en el compromiso del Estado con las comunidades de este sector.
El impulso para la ejecución de esta obra surgió tras la visita del Presidente de la República al sector durante el invierno de 2023, ocasión en la que constató en terreno las precarias condiciones de transporte que enfrentaban los habitantes de la zona. Durante años, la comunidad debió recurrir a un rudimentario sistema de cableado para cruzar el río Queuco, luego de que el puente anterior colapsara producto de un fuerte temporal. A raíz de esta situación, el Mandatario se comprometió a acelerar la materialización del proyecto, garantizando una solución definitiva para la conectividad de la comuna.
Para el Delegado Presidencial del Biobío, Eduardo Pacheco, este hito viene a ratificar el cumplimiento del Gobierno a una promesa del Presidente Boric, además de una serie de iniciativas que se han desplegado en el territorio de Alto Biobío. “Esta comunidad estaba completamente aislada con una situación no solamente de conectividad, sino que de riesgo para las familias de esta zona y también con un perjuicio económico. Lo que tenemos hoy es que se logra la conectividad, se logra más seguridad para la comunidad de Cauñicu y se logra también un camino de apertura al desarrollo en materia de actividad turística y económica. Quiero agradecer el compromiso del Ministerio de Obras Públicas y al liderazgo que ha tenido el Plan Buen Vivir que logra articular toda esta inversión en la Región del Biobío”, destacó la autoridad regional.
El Ministerio de Obras Públicas, dirigentes del territorio y el Plan Buen Vivir encabezaron la coordinación entre diversos organismos del Estado, logrando que en abril de 2023 el proyecto obtuviera la Resolución Satisfactoria que permitió su financiamiento e inicio de obras. Con una inversión final de $1.995.435.004, la construcción del nuevo Puente Chichintawe comenzó el 6 de diciembre de 2023, incorporando una serie de mejoras en su diseño y estructura.
Por su parte, el director general de Obras Públicas, Boris Olguín, destacó que “este es un tremendo desafío, no solo en materia de inversión, sino la significancia que tiene la focalización del programa Buen Vivir, del programa de infraestructura que tiene a cargo el Ministerio de Obras Públicas, que hace suyo el compromiso del Presidente, pero al mismo tiempo focaliza recursos en todo el territorio que comprende este Plan”.
El nuevo puente, reemplaza una antigua estructura de madera dividida en cinco tramos. En su lugar, se ha construido una superestructura de puente mecano metálico de 61 metros de longitud, conformada por dos estribos cerrados en base a muros rectos de hormigón armado, diseñados para contener los terraplenes de acceso. Además, el proyecto incluyó obras de saneamiento para el correcto drenaje de aguas lluvias, defensas camineras y señalización vial, asegurando una infraestructura integral y funcional.
Por su parte, el encargado nacional del Plan Buen Vivir, Francisco Arellano, valoró el impacto de esta obra para las comunidades: “Las comunidades de este territorio llevaban 20 años esperando la construcción de este puente, que es una condición mínima de dignidad porque sin el puente no tienen conectividad, y eso es no tener acceso a educación, no tener acceso a salud, no tener seguridad. Era necesario crear nuevas herramientas y el Plan Buen Vivir son recursos adicionales, pero también es un instrumento de diálogo y de planificación en conjunto con los territorios, con las comunidades, de cuáles son las prioridades de inversión, y qué es lo que le da contenido a la idea de interculturalidad”.
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